Variables del entrenamiento de fuerza y su influencia en la dosis (2ª parte)

Variables del entrenamiento de fuerza y su influencia en la dosis (2ª parte)

29 Junio 2022

¿Cuál es la duración adecuada de un programa de entrenamiento de fuerza?, ¿Qué dosis de entrenamiento es la óptima en función de las características de una persona? ¿Qué métodos se han utilizado en este artículo para determinar estas variables? ¿A qué conclusiones llegan los autores después de la revisión de cientos de artículos científicos? ¿Cuál es nuestra reflexión?

[Este artículo es la segunda parte de nuestro análisis sobre: "The influence of considering individual resistance training variables as a whole on muscle strength: A systematic review and meta-analysis protocol” (Lyristakis PM, & cols. 2022)". Si no has leído la primera parte, puedes leerla aquí]

 

DURACIÓN DEL ENTRENAMIENTO 

En esta sección del meta-análisis se analiza la cantidad de semanas necesarias para conseguir resultados significativos con el entrenamiento de fuerza. Se sacan pocas conclusiones y eso se achaca a la escasa investigación al respecto.
 
Pero en los estudios analizados (aunque no sean suficientes) se observó que “la fuerza muscular aumentó durante los primeros tres meses y luego se estabilizó durante la intervención”. Eso puede ser debido a varios factores y pecaríamos de simplistas si, en función de estos pocos estudios concluyéramos que la fuerza solo aumenta de manera significativa los primeros tres meses porque influyen muchas variables:
 
- ¿Son principiantes o avanzados los sujetos del estudio? Los principiantes tienen mucho más margen de mejora que los avanzados e n la mejora de la fuerza y, por poco que hagan al principio con un mínimo de criterio, tenderán a mejorar.
 
-¿Cómo se evalúa la fuerza? Si la fuerza se evalúa mediante un ejercicio que implique algo de técnica, esta interferirá en los resultados. Es decir, puedes mejorar la técnica de un ejercicio y el resultado de fuerza que ejerces en ese ejercicio mejorará porque la aplicarás mejor, no por el hecho de haber mejorado solo la fuerza muscular.

-¿Siguen la misma dieta todos los sujetos? Los factores nutricionales determinarán los resultados en gran medida.

-¿Los sujetos participantes han descansado las horas necesarias? Tener precariedad de sueño afectará negativamente en la evaluación de los resultados.
 
Estas y muchas otras variables influirán a la hora de determinar la idoneidad de la duración de un programa de entrenamiento de fuerza. Pero no solo en la duración, sino en todas las conclusiones que podamos sacar sobre los estudios de entrenamiento. Por eso, obviar estas cuestiones reduce la calidad de cualquier investigación.



DOSIS DEL ENTRENAMIENTO

Según los autores, las múltiples definiciones de las variables del entrenamiento de fuerza, han dificultado poder evaluar con una mínima calidad cuál es la dosis óptima en el entrenamiento de fuerza.

Debido a esta dificultad, solo se atreven a mencionar, con muchos matices, que la duración del entrenamiento, la intensidad y el tiempo bajo tensión pueden llegar a tener una influencia importante en la fuerza muscular y, por lo tanto, en la determinación de la dosis óptima de entrenamiento.
 
Por lo tanto, cualquier mención a un metaanálisis para sacar conclusiones categóricas (por mucha “supuesta” validez que pueda tener a nivel científico-teórico), no será determinante en absoluto,  ya que a día de hoy los científicos siguen sin ser capaces de estandarizar las definiciones de las variables del entrenamiento para poder investigar sobre estas y hallar el santo grial: la dosis óptima de entrenamiento.
 
Bajo nuestro punto de vista, encontrar la dosis óptima es más una cuestión del “arte” que tenga el profesional del ejercicio al ser capaz de dominar las ciencias que estudian el cuerpo humano y los principios del entrenamiento, junto con la experiencia práctica de miles y miles de sesiones de entrenamiento con personas de a pie.
 
¿La interacción de las variables específicas del entrenamiento de fuerza para cuantificar la cantidad de entrenamiento completado influye en la función dosis-respuesta para la fuerza muscular?
 
“Hasta la fecha, no está claro si existe una sola variable del entrenamiento de fuerza más importante que otra y, si la hay, qué variable es la que más influye en la fuerza muscular. Además, no está claro si existe una dosis óptima de entrenamiento cuando las variables se consideran en su conjunto”.
 
Los autores creen importante determinar los siguientes conceptos para ver cómo influyen en el desarrollo de la fuerza muscular y ver si se puede identificar qué variable es la que impulsa más el resultado final:
 
-La dosis: nº de series x nº de rep. x nº de ejercicios x intensidad
-La dosificación:  nº de series x nº de rep. x nº de ejercicios x intensidad x frecuencia
-La dosis -dosage-: nº de series x nº de rep. x nº de ejercicios x intensidad x frecuencia x duración del programa

 
Para entender bien este apartado es necesario saber la diferencia entre dose, dosage, traducidas ambas como “dosis” y dosing (dosificación).

La dosis (dose) se refiere a una cantidad medida de un medicamento, o de una sustancia (en este caso el medicamento/sustancia sería el entrenamiento de fuerza) que debe tomarse en un momento dado. No especifica la frecuencia con la que se debe tomar el medicamento/sustancia. Ej: El médico receta una dosis de 1g de paracetamol.   

La dosis (dosage), en su segunda acepción la cual está diferenciada en inglés, se refiere a la frecuencia con la que se debe tomar o administrar el medicamento. Le indica a la persona cuantas veces y hasta cuando debe repetir la dosis. Ej: El médico receta una 1g de paracetamol, 2 veces al día.

La dosificación (dosing) se refiere a cuanto tiempo (duración) se debe mantener la frecuencia de la dosis (dosage). Ej: El médico receta una 1g de paracetamol, 2 veces al día durante 7 días.  

El problema que vemos claramente desde Resistance es intentar llegar a conclusiones basándonos en algo previamente mal definido y poco estandarizado.
 
¡Es imposible sacar resultados concluyentes sobre una base confusa y que cada profesional interpreta a su manera!

Pero sigamos analizando el estudio…
 
Los autores, para “investigar la hipótesis planteada, han analizado algunos métodos para identificar si hay un cambio en el entrenamiento de fuerza; 1) volumen, 2) intensidad, 3) frecuencia, 4) dosis, 5) dosificación (dosing) y 6) la dosis (dosage) y ver si está asociada con un cambio en la fuerza muscular en adultos sanos".

 


MÉTODOS

En este apartado se explica el protocolo que se ha utilizado para realizar un metaanalisis (un método sistemático para sintetizar resultados de diferentes estudios empíricos sobre el efecto de una variable independiente).
 
“Este protocolo de revisión sistemática se ha registrado prospectivamente en Open Science Framework (OSF) [51], y se informa de acuerdo con los elementos de notificación preferidos para las directrices del protocolo de revisiones sistemáticas y metanálisis (PRISMA-P) (archivo S1) [52]”.
 
“Se llevará a cabo una estrategia integral de búsqueda de palabras clave en tres bases de datos; CINAHL, MEDLINE y SPORTDiscus. Debido a los términos intercambiables que se utilizan para describir "fuerza", "músculo", "entrenamiento con pesas" y "adultos", se ha desarrollado una cadena de búsqueda exhaustiva que utiliza el marco de población, intervención, comparación y resultados (PICO) para capturar tantos artículos relevantes como sea posible (Tabla 1). Solo se incluirán los datos publicados en revistas científicas después de la revisión por pares para minimizar posibles limitaciones y sesgos”.
 
“Se contactará al autor correspondiente de los estudios elegibles en caso de que no se disponga de información suficiente para calcular la dosis, dosificación o dosis de RT. Las bases de datos se buscarán desde la fecha más temprana posible hasta el 1 de diciembre de 2021”.
 
“Los datos de esta revisión sistemática proMuscle de los grupos de intervención elegibles se compararán con los datos de los individuos que no reciben una intervención de ejercicios o con una intervención de ejercicios placebo (es decir, ejercicios de estiramiento o movilidad) no diseñada para mejorar la fuerza”.
 
“Las intervenciones de solo ejercicio aeróbico no se han considerado apropiadas como un comparador para excluir cualquier beneficio potencial de fuerza de este tipo de entrenamiento, particularmente en poblaciones sin experiencia previa en ejercicio”.
 
“Se excluirán las intervenciones de ejercicios simultáneos (p. ej., deportes de equipo y carrera) ya que estas intervenciones, junto con el entrenamiento de fuerza, pueden interferir con las adaptaciones de la fuerza muscular [53]”.
 
“Se incluirán los estudios que incluyan la prescripción de ejercicios abdominales; sin embargo, los ejercicios abdominales se excluirán del cálculo de la dosis, la dosis (dosage) y la dosificación, ya que la intensidad de estos ejercicios no se puede cuantificar con precisión. Estos estudios se incluyeron porque a menudo se prescriben ejercicios abdominales, aunque no cuantificables, y no está claro en qué medida los ejercicios abdominales pueden ayudar a la fuerza máxima”.

 
Aunque el meta-análisis sea el método más fiable que podamos tener a nivel científico, si se basa en definiciones y conceptos mal planteados e interpretados, como hemos analizado durante todo este artículo, esa calidad presupuesta pierde todo el sentido y no podemos (¡ni debemos!) sacar ninguna conclusión con un mínimo sentido práctico.
 


SELECCIÓN DE ESTUDIOS

“Esta revisión sistemática incluirá ensayos controlados aleatorios en poblaciones de 18 años o más, que se consideran saludables y sin una afección médica diagnosticada actualmente”.
 
“El interés particular de este estudio es la fuerza muscular dinámica, que debe medirse mediante evaluaciones de RM o tests de dinamómetro isocinético. El torque máximo a velocidades isocinéticas entre 60 y 120˚/seg son indicativos de la fuerza muscular, donde 180˚/seg o más se alinea con la potencia muscular [54]. Como resultado, se excluirán los estudios que utilicen pruebas de dinamómetro isocinético por encima de 120˚/seg”.

 
Vayamos por partes.
 
Uno de los criterios de exclusión es que las personas se consideren saludables y sin una afección médica diagnosticada actualmente. Es decir, personas con artritis, artrosis, hernias, tendinitis, cervicalgias o lumbalgias quedan excluidas de los resultados del estudio. Pero…¡si la gran mayoría de la población mundial tiene alguna patología de esta índole, de qué nos sirven los resultados que se puedan sacar si no hay una muestra representativa (no solo en número sino en características) de la sociedad! Además, los participantes excluidos son los que más necesitan el entrenamiento de fuerza para mejorar su salud y condición física. Si no podemos investigar con ellos, estamos investigando para la minoría de la población y que menos necesita el ejercicio físico.
 
Por otra parte, la fuerza muscular dinámica en los estudios seleccionados debe medirse mediante tests de RM o dinamómetro isocinético. En cuanto a los tests para de RM ya hemos hablado en otros posts de nuestro blog, como en este, y no vamos a perder más el tiempo en explicar la poca validez de una medición completamente inútil para sacar conclusiones válidas, pero que, a día de hoy, de forma totalmente incompresible, se sigue utilizando para investigar. ¡Ridículo!
 
Otro error de conceptos es determinar velocidades angulares para diferenciar lo que es fuerza muscular y lo que es potencia, cuando ambas están relacionadas y dependen mucho más de otro factores. Si una persona tiene mucha fuerza, ¿es posible que no tenga potencia? Sí, si no sabe aplicar esa fuerza en un gesto determinado, no porque existan dos tipos de fuerza. Si tiene mucha fuerza, tiene mucha potencial potencia. Lo que hará que la exprese o no será la cantidad de resistencia que deba vencer y cómo es capaz de coordinar inter e intramuscularmente en un movimiento específico que utilicemos para evaluar esa potencia.
 
Tampoco entendemos por qué solo se seleccionan los estudios que evalúan la fuerza de forma dinámica, la cuál siempre va supeditada a la técnica del gesto a través del cual se está evaluando. Sería mucho mejor escoger los estudios que evaluen la fuerza de forma isométrica, para sacar de la ecuación (lo máximo posible) la técnica de los participantes y aislar la componente de la fuerza para sacar conclusiones más fiables sobre la influencia de las variables en el entrenamiento. Aunque, entendemos que primero los estudios que evalúen la fuerza deberían hacer los tests de forma isométrica. Si no hay una muestra significativa, será imposible disponer de estos para sacar resultados.
 
Por lo tanto, el criterio de selección de los estudios tiene muchísimas limitaciones que hace que el meta-análisis pierda mucha calidad y que no sea recomendable sacar demasiadas conclusiones al respecto.
 
 

TRATAMIENTO DE DATOS

“Los datos relacionados con las variables extraídas del entrenamiento de fuerza, estarán sujetos a varios enfoques de tratamiento para conseguir los valores compuestos propuestos de dosis (dose), dosis (dosage) y dosificación”.

“Se identificará el ejercicio específico prescrito en cada estudio y se registrará el número de series y repeticiones correspondientes, junto con la intensidad (carga) prescrita. Para cada ejercicio, el número de series, el número de repeticiones y la intensidad prescrita se multiplicarán para obtener el volumen de trabajo de cada ejercicio específico. A continuación, se sumará el volumen de trabajo de cada ejercicio específico para obtener la dosis de entrenamiento. Una vez que se obtiene la dosis de entrenamiento, ésta se multiplicará por la frecuencia de entrenamiento semanal para obtener la dosificación (dosing). La dosificación se multiplicará por la duración del entrenamiento (semanas) para obtener la dosis (dosage). Si no se dispone de datos suficientes para cada etapa del tratamiento de datos, el artículo será excluido de los análisis posteriores”.

 

En este apartado se explica cómo se tratan los datos obtenidos de los ejercicios de cada estudio analizado para, posteriormente, obtener la dosis con la que se trabaja en estos ejercicios analizados.

Hay que tener en cuenta que cualquier resultado que se obtenga estará condicionado por tratar la intensidad como la carga levantada (%RM), por lo tanto, incluso compartiendo el procedimiento de obtención del volumen (nº de series, nº de repeticiones), creemos que no es acertado tratar a la intensidad como % de carga levantada porque eso no representa de forma precisa la intensidad a la que se trabaja en esos ejercicios/estudios analizados.
 
 

ANÁLISIS DE DATOS

La principal medida de resultado del estudio será la diferencia de medias estandarizada (SMD) en la fuerza muscular estimada como la diferencia de medias de los casos y controles dividida por la desviación estándar de la población general en el estudio. Las diferencias de medias estandarizadas (SMD) agrupadas para los datos de fuerza muscular (medida de resultado continua) se estimarán utilizando el método de efectos aleatorios de DerSimonian y Laird [59]. Las relaciones dosis-respuesta lineales y no lineales se estimarán ajustando modelos de efectos fijos y efectos aleatorios utilizando el enfoque de una etapa [60] para comparar la SMD para la fuerza con las variables de entrenamiento prescritas individuales (volumen, intensidad, frecuencia) y el compuesto. prescripciones de entrenamiento (es decir, dosis, dosificación, dosificación). Se utilizarán la probabilidad logarítmica maximizada y los Criterios de información de Akaike (AIC) para comparar modelos alternativos e identificar el modelo que mejor se ajuste. El análisis propuesto permite relaciones curvilíneas mediante el uso de transformaciones de la dosis (por ejemplo, splines y polinomios) y da cuenta de la heterogeneidad entre estudios en las verdaderas relaciones dosis-respuesta al agregar efectos aleatorios en los coeficientes de regresión de la transformación de la dosis (variable RT individual junto con la dosis calculada, la dosificación y la dosificación). Los modelos de efectos aleatorios también ayudan a controlar la heterogeneidad no observada cuando la heterogeneidad es un contacto a lo largo del tiempo y no está correlacionada con variables independientes [59]. Se construirán metarregresiones para investigar y cuantificar la proporción de varianza entre estudios explicada por variables de estudio conocidas, como la edad, el sexo, el estado de entrenamiento, la musculatura corporal, las adaptaciones de la fuerza muscular y el riesgo de sesgo. El sesgo de publicación se evaluará mediante gráficos en embudo y pruebas de Egger. Se considerará asimetría si la P < 0,10 para la prueba de Egger, lo que indica un posible sesgo de publicación [61]”.
 
“Una vez que se hayan completado los análisis primarios, se realizará una serie de subanálisis, si es posible, para examinar el efecto de la edad (jóvenes frente a mediana edad frente a ancianos), sexo (hombres frente a mujeres), estado de entrenamiento (entrenado frente a no entrenado), y se evaluó la musculatura corporal (parte inferior del cuerpo frente a la superior) en la adaptación de la fuerza muscular después de la EF. Los análisis de sensibilidad se realizarán por riesgo de sesgo, en los que los análisis se volverán a ejecutar y se excluirán los estudios de mala calidad”.

 

En este apartado se explica cómo se realiza en el análisis científico mediante técnicas estadísticas, algo que no entraremos a valorar porque no somos especialistas en este campo ni es objeto de análisis de este artículo. Pero sí que nos gustaría hacer una reflexión al respecto:
 
Fíjate cuántas variables entran en juego: si son hombres o mujeres, de qué edad, entrenados o no entrenados, porcentaje de músculo y grasa previo y post estudio, etc.  ¿Entiendes la complejidad (e imposibilidad) de tomar como verdades absolutas cualquier resultado que se obtenga de un estudio científico realizado directamente en el entrenamiento de fuerza?
 
No es que no sirvan o se hagan mal porque los investigadores sean malos, sino que es algo extremadamente complejo porque la propia naturaleza del objeto de estudio es muy heterogénea y tan fácilmente influenciable por malas (o distintas) interpretaciones de conceptos, de metodologías, de características, material, proporciones corporales, motivación, etc. que cualquier resultado puede sugerir o entenderse de distintas formas.


DISCUSIÓN Y REFLEXIÓN FINAL

“Esta revisión sistemática explorará meticulosamente la evidencia disponible sobre la influencia de la dosis, dosis (dosage) y dosificación (dosing) del  entrenamiento de fuerza en la fuerza muscular. Aunque los intentos previos de evaluar la dosis-respuesta de variables individuales del EF utilizando efectos medios estandarizados han identificado variables clave de interés, no ha habido un enfoque consistente para determinar la dosis general, la dosificación y la dosis (dosage) obtenida a través de la interacción de las variables [50]. El enfoque propuesto utilizará la dosis como una variable continua en lugar de categorizar variables/resultados para identificar si una categoría es diferente de otra. Recopilando, analizando y sintetizando la información sobre el número de series, el número de repeticiones, el número de ejercicios y la intensidad, frecuencia y duración del programa de EF en una escala continua y evaluando si la interacción de estas variables influye en la fuerza muscular de manera diferente, este estudio podría ofrecer nuevas direcciones para la práctica y la investigación futura. Podría ser posible proporcionar un rango óptimo de dosis del EF, dosis (dosage) y dosificación para desarrollar la fuerza muscular si se identifica una distribución de Poisson. Una distribución de Poisson ofrecería claridad sobre cómo interactúan el volumen, la intensidad, la frecuencia y la duración en el desarrollo de la fuerza muscular, lo que podría ser importante para los profesionales. El resultado de esta revisión sistemática puede identificar una variable de entrenamiento clave o una combinación de variables que son superiores para el desarrollo de la fuerza muscular”.
 
“También es probable que los resultados de esta revisión sistemática ayuden a los profesionales de la salud y el acondicionamiento físico, los entrenadores de fuerza y​​acondicionamiento físico y el personal de rehabilitación a sugerir la prescripción adecuada de ejercicios para una variedad de poblaciones, independientemente del entorno y las instalaciones disponibles, con variables que se pueden manipular para maximizar los resultados. Esto puede ser particularmente importante en entornos con poca disponibilidad de equipos (por ejemplo, ubicaciones rurales y regionales) donde podría ser menos factible completar el entrenamiento de fuerza de alta intensidad”.

 

En este apartado del meta-análisis se recoge la interpretación de los autores en función de los resultados obtenidos de la investigación. En este caso, los autores entienden que recopilando y analizando el número de series, el número de repeticiones, el número de ejercicios y la intensidad, frecuencia y duración del programa del entrenamiento de fuerza, se podría estandarizar las dosis adecuada para cada tipo de persona.
 
Viendo toda la confusión que hemos comentado a lo largo del artículo, errores de interpretación y metodologías poco precisas, etc. ¿te das cuenta lo peligroso que pueden ser los argumentos que se basan solo en lo que dice un estudio u otro?
 
Nosotros creemos que hay una dosis de ejercicio óptima para cada persona y que es poco efectivo generalizar. Hay un margen donde podemos movernoses cierto. Podemos establecer de forma general un número de ejercicios, series, intensidad, etc. sí. Pero mientras no se estandaricen todos los conceptos que se quieren analizar y seamos capaces de aislar cada variable de forma específica para sacar conclusiones precisas, no tiene mucho sentido basarnos en los resultados que se obtengan. Y conseguir eso en el entrenamiento es (casi) imposible porque no es una ciencia sino un conjunto de ciencias que desembocan en un programa de entrenamiento.
 
Por lo tanto, nosotros preferimos acudir, y no nos cansaremos de repetirlo, a las “fuentes primigenias” que conforman el entrenamiento de fuerza y el cuerpo humano: anatomía (osteología, artrología, miología, neurología, etc.), fisiología (fisiología del ejercicio, fisología muscular, neurofisiología, etc.), biología molecular, principios del entrenamiento, aprendizaje motor, etc.
 
Es necesario, como profesional, tener conocimientos básicos muy claros, fundamentos en ciencias básicas que conforman el entrenamiento y, luego, revisar la literatura de una forma crítica y extensa. Y eso va mucho más allá de leer abstracts de estudios y citarlos como respaldo para confirmar la postura que defiendes.
 

 

Bibliografía: Lyristakis PM, Wundersitz DWT, Zadow EK, Mnatzaganian G, Gordon BA. The influence of considering individual resistance training variables as a whole on muscle strength: A systematic review and meta-analysis protocol. PLoS One. 2022 Jan 20;17(1):e0262674. doi: 10.1371/journal.pone.0262674. PMID: 35051219; PMCID: PMC8775318.